Seleccionar página

Si te mueve la pasión, sigue

Si te mueve la pasión, sigue

Hoy leía con alegría una noticia que me llegaba desde el Avintia Racing Team, el compañero Maroto publicaba que el valenciano Xavi Forés correría en San Marino en sustitución del lesionado Loris Baz.

Y esto me hizo reflexionar un poco acerca de los años que llevamos en las carreras. Es curioso como Xavi Forés, piloto salido de la escuela valenciana, y que será el segundo valenciano en subirse a una MotoGP, como Héctor Barberá,  ahora serán compañeros de equipo. Y no es casualidad que el equipo Avintia que tanto años tuvo sede en Cardedeu, ahora esté ubicado en el Circuito de la Comunitat Valenciana.

Intento recordar cual fue mi primera carrera del Campeonato de España, y pierdo la noción del tiempo, pero lo que si es cierto es que me he parado a contar las carreras que llevo seguidas, sin interrupción, y son 105 hasta el reciente Portimao del FIM CEV Repsol. 

Casi 16 temporadas completas, y sobre todo muchas vivencias. Escribí mi primer artículo en un periódico local de Tenerife hace unos 30 años, y fue con motivo de una de mis carreras al mundial de  MotoGP en Jerez, al que no he faltado nunca.

Y algunos se preguntarán que hasta este momento no he dicho nada especial, seguro que hay más periodistas o mecánicos o pilotos que han ido a muchas más, y es cierto, pero lo digo en voz alta: me puede la pasión por este campeonato llámese como se llame. De Campeonato de España de Velocidad, a CEV y ahora FIM CEV Repsol.

Si fueron dos amigos los que descubrieron eso de «el loco», el primero Javi Del Amor por dedicar una carrera «al loco» y otro Ernest Riveras por ponerle nombre «al loco». Pero no importa, la verdad que me analizo y sigo estando loco.

Algunos lo tomarán al pie de la letra y le vendrá de perlas para sus justificaciones, pero estaba y estoy loco por disfrutar de estas carreras, que si bien temporada a temporada se van pareciendo más al mundial, siguen manteniendo un punto de familiaridad.

Y ya lo decía Jordi Torres hace muchos años, cuando llegó al mundial: «En el CEV voy machacando a mis rivales en el paddock, en el pit lane, donde me los encuentro y hablo con ellos, en el mundial (era por entonces piloto de Moto2 del Mundial) ni los veo ni puedo hablar con ellos». Y esto dice mucho.

Jordi también sentía el FIM CEV a pesar de haber perdido algo muy grande, pero fue quien le vio nacer y quien le lanzó a su situación actual, como Xavi Forés. 

Y no voy a dar nombres, ni recurrir al tópico de que casi todos han salido de este campeonato, pero es la verdad.

Ahora florece enormemente el Campeonato de España de Velocidad que la RFME ha recuperado, y aunque no haya estado en ninguna carrera, sé de buena mano, que goza de salud y son muchos los pilotos que darán el salto al FIM CEV Repsol y a otros campeonatos.

Pero en 105 carreras he vivido de todo, alegrías, lloros, ilusiones, proyectos, decepciones, errores, muertes, nacimientos, amigos, enemigos, indiferentes, destructores, conocidos, gente maravillosa, grandes aficionados, personas únicas, ciudades entrañables, fracasos, premios, angustias, carreras. Y hace unos días estaba en una curva y pasaba Carmelo Morales, con su Yamaha R1 y su inconfundible dorsal #31, me agarré a mi 500 de Nikon y mi D4s, y disparé una ráfaga en una zona rápida del circuito de Portimao, miré la pantalla al momento, y me dije a mi mismo: sigues temblando de emoción.

No lloré pero me emocioné, solo una persona lo notó. Era el momento.

Hoy veo con añoranza algunas carreras del pasado, recuerdo a muchos pilotos y personas que compartían ratos de charlas y juegos, de información y amistad. Muchos no sé donde están, otros han dejado las motos, y algunos son ya casi desconocidos. Pero aún así nos unía una pasión y una ilusión, carrera a carrera, despedirse de una para pensar en la siguiente, linda sensación.

Y aunque haya perdido el material de muchas carreras, la retina y el corazón guardan mucho, por eso escribo este blog en este momento.

Ahora tengo menos relación con los pilotos y entorno, pero sigo emocionándome cuando voy a las parrillas, ese momento tan personal de cada piloto y que siempre he disfrutado. No hay momento más mágico que retratar a un piloto bajo su casco, a punto de salir a carrera.

La tensión de algunos, los nervios de otros, la indiferencia de unos pocos, la concentración de la mayoría, o incluso el desparpajo de los menos ( recuerdo a Pol Espargaró gritando en su moto: vendo pipas, chupetes, caramelos). Ese momento de ir a por todas y dar lo mejor. Eso mismo pienso yo cuando piso un circuito.

Ahora con madurez y en circunstancias diferentes, pero feliz y lleno de vida. Paso menos horas en el circuito pero son más intensas y bonitas.

Por ello doy las gracias a Dios de darme la oportunidad de disfrutar 105 carreras seguidas, superando muchísimos obstáculos en algunas ocasiones, y las gracias a esas personas, muy pocas ahora,  que me han apoyado, y me dan motivos suficientes para seguir disfrutando de esta pasión que son las motos en cada carrera. Y a quien me hace feliz para luchar en los momentos más duros que he vivido en estos últimos años, a ellos, GRACIAS.

Y acabo recordando un artículo de un compañero que dejaba hace unos meses de escribir porque había perdido la pasión, y estoy seguro que cuando yo la pierda también dejaré de ir a las motos. 

 

Sobre el Autor