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MARGOT LLOBERA: “El Dakar es uno de los retos deportivos más complicados que hay en el mundo”

MARGOT LLOBERA: “El Dakar es uno de los retos deportivos más complicados que hay en el mundo”
  • La joven piloto de raids nos desvela sus sueños e inquietudes de cara a su gran objetivo: el Dakar 2020.
  • Con sólo 22 años se ha lanzado a la que será, sin duda, la mayor aventura de su vida. 

Bienvenida Margot, háblanos de ti: ¿quién es Margot Llobera?

Soy una chica de 22 años, apasionada del motociclismo y con un gran objetivo: el rally Dakar. Desde pequeña siempre quise dedicarme a los deportes y por fin encontré el que realmente me hacía sentir y vibrar, me siento muy cómoda en la moto y me dedico en cuerpo y alma a esta disciplina. Además soy una enamorada de la naturaleza y de la montaña, así que salir a entrenar siempre es un placer.

Cuéntanos tu proyecto para el Dakar 2020, parece un reto apasionante.

Se trata de un proyecto complejo por todo lo que conlleva, pero a la vez apasionante. Tengo la suerte de tener un núcleo de gente a mi alrededor que me apoya y ayuda mucho, la cara que sale en los medios es la mía, pero esta carrera es como el Everest del mundo del motor y los pilotos necesitamos un equipo comprometido para llegar a la meta. Es un objetivo difícil pero no imposible, y tras tomar la decisión de participar nos hemos volcado a tope. Por supuesto, participaré en la categoría de motos, que a la vez es la más dura y la que exige más al piloto, es simplemente brutal. Serán 15 días de carrera, y después de estudiarla mucho la verdad es que es uno de los retos deportivos más complicados que hay en el mundo.

¿Por qué la moto? ¿desde cuándo practicas esta modalidad deportiva?

[Risas…] Nadie en casa practica el motociclismo pero el motor siempre ha estado presente, sobretodo con mi tío Albert [Llovera]. Practico moto desde hace 6 años, y he tenido una evolución rápida y madura al haber siempre entrenado con pilotos profesionales, ha sido un lujo al alcance de muy pocos y les estoy muy agradecida. Por supuesto, todavía me queda mucho margen de mejora, pero estoy contenta con mi evolución hasta ahora.

¿Cuál ha sido tu mejor resultado deportivo?

El año pasado, con la vista ya puesta en el Dakar 2020, trabajamos muy duro y conseguimos una tercera posición en el campeonato de España de Bajas y una primera en el Rally 1000 Dunas, ambas en categoría femenina. Estos resultados y mis sensaciones sobre la moto me han dado fuerzas para lanzarme al Dakar.

¿Qué más hay aparte de las carreras?

Bueno, en este momento no soy piloto profesional, ¡ojalá pueda llegar ese día! Así que me toca trabajar a la vez que entreno, y compagino mi puesto de monitora de esquí con mi trabajo de ingeniera de diseño industrial en un despacho.

Fuera del trabajo paso mucho tiempo entrenando otras disciplinas deportivas: gimnasio, bici, skimo, trial, enduro, motocross… también mecánica, nutrición, psicología… Son un cúmulo de pequeñas cosas muy importantes de cara al Dakar. La realidad es que todo tu día a día está enfocado a esta carrera.

¿Algún deportista que admires?

Tengo muchos referentes, como Rosa Romero o Laia Sanz en el motociclismo, les respeto muchísimo porque ellas han abierto este camino que ahora puedo seguir. También Lyndsey Vonn en el esquí alpino, es una bestia. De cada una de ellas intento “copiar” actitudes, maneras de hacer, hábitos, pensamientos…

Estás muy bien arropada por pilotos TOP del Dakar que están muy pendientes de tu evolución, ¿qué consejos te dan?

Tengo la gran suerte de verlos muy a menudo, en el Dakar todo es como una gran familia. Sobretodo me dicen que tenga mucha cabeza, siempre les pregunto dudas o que me cuenten anécdotas de problemas que han tenido, esto es oro para mi y trato de aprovecharlo mucho.

¿Qué valores aporta una disciplina tan dura como el Dakar?

Mucho compañerismo, sacrificio, sufrimiento, lucha constante, siempre tienes que seguir adelante, no hay otra. Alcanzar la meta es el objetivo y estos valores me empujan a no desfallecer, tanto en estos meses previos como, espero, luego en carrera.

¿Por qué hay tan pocas mujeres en una carrera como el Dakar?

Yo creo que es una cuestión social y también racional. La social es que a las chicas no nos educan en el mundo del motor, por suerte esto ya está cambiando y cada día somos más en las diferentes disciplinas del motorsport. La racional es que es una carrera muy dura físicamente, psicológicamente y sobretodo muy peligrosa. Las mujeres tenemos por instinto más “cabeza” y cuando ves el Dakar desde fuera parece que haya de todo menos cabeza. Tengo la suerte de tener este instinto desarrollado y soy muy prudente, nunca voy a más de lo que puedo ir, eso me favorece porque es una de las claves en una carrera tan larga de kilómetros y días.

¿Cuál es tu sueño deportivo?

En este momento sin duda terminar mi primer Dakar y, algún día, ganar la clasificación femenina.

¿Qué te quita el sueño en un proyecto tan ambicioso como éste?

La gente puede pensar que es la parte deportiva, pero sin duda lo más duro en mi caso es llegar al presupuesto necesario para poder participar. Estás, literalmente, 24h investigando dónde puedes encontrar patrocinio y qué puedes ofrecer a ese patrocinador. Por suerte tenemos un proyecto muy bonito y creo que muy bien enfocado, está despertando mucho interés.

¿Cómo te organizas en tu día a día?

Mis días son muy completos, la verdad es que no paro por la inmensa cantidad de cosas que tenemos que preparar. Buscar el equilibrio es muy complicado, pero en general por las mañanas entreno y por las tardes trabajo. Además trato de guardarme un “ratito” para la familia, me siento muy apoyada en casa y me gusta pasar tiempo con ellos.

¿En qué momento te planteaste ir al Dakar?

Desde siempre hemos vivido el Dakar en casa a través de Albert, siempre piensas en algún día estar allí pero lo ves lejos, es una aventura excepcional. Cuando empecé a ir en moto decidí empezar con un entrenador físico y me preguntó cuales eran mis objetivos, y lo primero que me vino a la cabeza fue el Dakar. Creo que inconscientemente siempre lo he llevado dentro.

¿El hecho de ser mujer supone sacrificios extra?

No lo creo, solo te supone tener que entrenar más el físico ya que genéticamente no nos desarrollamos tanto a nivel muscular. Por lo demás, creo que todos en esta carrera lo pasamos realmente mal [risas].

¿Cómo es tu relación con tus compañeros riders?

Siempre ha sido muy buena, tenemos mucho compañerismo. Todos sabemos lo duro que es esto así que nos apoyamos y nos reímos de las situaciones más complejas, sólo entrenando ya nos ha pasado de todo… Me tratan como una más y al ser tan joven y sabiendo el proyecto que llevo entre manos me cuidan con especial cariño, les estoy muy agradecida.

¿A qué has tenido que renunciar por aventurarte en este proyecto?

La verdad es que a muchas cosas, como comentaba la dedicación es total aunque no me arrepiento. Me he perdido muchos viajes, fiestas con los amigos, vacaciones… pero compensa. Vives una vida completamente diferente a la de tus amigos.

¿Es difícil practicar un deporte que no sea de masas? ¿Qué tipo de patrocinadores trabajan contigo? ¿Qué les ofreces?

Sí, es un poco más difícil ya que llegas a menos gente. Pero sí que es cierto que el caso del Dakar es un poco diferente ya que es el segundo acontecimiento deportivo más importante del mundo después de la Fórmula 1. Con los patrocinadores trabajamos creando sinergias, escuchando lo que necesitan de una deportista como yo. Siempre estudiamos en qué les podemos ayudar y en qué pueden ellos sacar rendimiento, se trata de hacer un win-win. La verdad es que la relación que tengo con ellos es muy cercana y muy personal.

¿Qué dirías a los jóvenes que están luchando por un sueño?

Que lo principal es invertir el máximo tiempo posible, hay momentos muy difíciles, pero son los que te hacen crecer como profesional. Mucho sacrificio, pero sobretodo ilusión y ganas. Que busquen referentes que les transmitan ilusión y a por sus sueños, seguro que todos podemos cumplirlos.

Fuente y fotos : Prensa Margot LLobera

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