Yo también viví el sexto título de Márquez
A ningún aficionado al deporte le puede pasar por alto el sexto título mundial de motociclismo de Marc Márquez, y es que el de Cervera ha protagonizado un espectáculo digno de los mejores guiones de Hollywood.
Y yo estuve allí. Y estuve allí porque un amigo llamado Pablo Pernía, jefe de prensa del Circuit de la Comunitat Valenciana, el 8 de julio pasado me puso «los dientes largos». Era una mañana de sábado y estábamos en la sala de prensa del Circuit Ricardo Tormo, para ese entonces el mundial estaba un poco revuelto con muchos pilotos optando al título. Pablo me dijo que si vendría al Mundial en noviembre, y le contesté muy radical: «No, el mundial es muy complicado para acreditarte y me siento siempre como tener que pedir favores».
Y su respuesta fue clara: «Ven, yo te acredito».
Y ahí arrancó una ilusión culminada de una manera maravillosa este fin de semana en Valencia. Sólo hice una llamada, expliqué la conversación con Pablo, y con un «empieza ya a reservar vuelo, hotel, coche» llegó la magia.
Después de vivir tantas carreras, y los últimos 18 años casi sin parar, reconozco que fui a Valencia con muchas ilusiones, pero a su vez, con multitud de contradicciones y miedos. El Mundial asusta un poco , y sobre todo cuando haces campeonatos más pequeños y familiares y donde conoces a casi todas las personas que lo componen.
En MotoGP eres una pequeña hormiga dentro de una vorágine brutal de intereses. Pero con este blog quiero demostrar que también hay mucho de familiar, y siguen existiendo personas de lujo, amigos de verdad y profesionales que te ayudan en todo.
En primer lugar, yo viví el titulo de Marc Márquez, y todo lo ocurrido en el Circuito Ricardo Tormo, gracias a Pablo Pernía. Él me dio la oportunidad de estar en Valencia y poder disfrutar de uno de los fines de semana más intensos de carreras que he vivido.
Durante tantos años de motos, recopilé muchos recuerdos, datos, fotos, revistas, apuntes, pero un día la suerte del destino me dejó sin la mayoría de ese material. Esta carrera, y de una manera fortuita y sin haberlo planeado antes , me llevó a recopilar algunos detalles, y aquí dejo parte de lo vivido en Valencia, en modo de fotografía que diría Ernest Riveras, pero hay mucho más. Esto es sólo una pequeña muestra, porque hubo momentos de sentimientos que no pude grabar con cámara (sí en la retina y el corazón) y menos explicar o reproducir.
Gracias a todos los que han querido compartir ratitos de su tiempo, y de su trabajo, y querer hablar un rato de motos, de la vida personal, de las ilusiones, de la magia de este deporte, e incluso de jugar a ser los mejores analistas de las carreras, nada más lejos.
Son varios los amigos, que me abrieron las puertas de sus boxes, aún sabiendo que son lugares muy privados y con datos que no deben salir fuera de esos equipos, pero me dieron la confianza de entrar, y además de compartir opiniones e incluso críticas, y también poder hacer alguna foto.
Con otros fueron los pasillos, el paddock e incluso el pie de pista, como Gonzalo Gobert, el flamante escritor y director del Circuito Ricardo Tormo, que me daba dos minutos de su tiempo en plena carrera y rodeado de todos los políticos y autoridades presentes en el evento. Gracias amigo.
Son todos los que están, pero no están todos los que son.
No puedo olvidar a esas personas que me animaron y apoyaron desde julio para que pudiera ir a la carrera, superando muchos obstáculos, muchas trabas, y algunos disgustos, pero al final lo hemos logrado. La unión hace la fuerza y la pasión mueve montañas. Ahí están esas personas únicas que me han ayudado y animado día a día y me han hecho entender que esto es lo que me gusta y que debo vivirlo si tengo la oportunidad, y que nada ni nadie me puede frenar.
He intentado disfrutar cada minuto de motociclismo en esta carrera, y con este entorno. Y hoy, más que nunca, puedo hacer gala de la frase de Marcelo Carbone: «Vivir cada carrera como si fuera la última». Pero además añado algo mío: «Con la misma ilusión de la primera vez». Este próximo fin de semana vuelvo a Valencia a la última cita del FIM CEV Repsol y también la viviré «a tope».
Gracias a Albert Arenas y Nico Terol. Con Nico he compartido motos y otras experiencias fuera de los circuitos (recuerdo en un evento en Asturias como se metía en mi habitación junto a Manolito Hernández y Julián Miralles Junior a mirar las fotos que había hecho durante el día) y sigue siendo un grande de las motos. Albert, desde muy jovencito le admiro en las carreras, y comparto con sus padres Nuria y Manel muchos ratos emocionantes y llenos de amistad.
Gracias a Franco Morbidelli por se tan ameno y cordial. Gracias a Álex Márquez, que coincidí en un momento de reunión pero no dudó en pararse y hacernos la foto.
Gracias a Miguel Gómez, «el p… amo» y jefe de mecánicos en el Sky Racing Team VR46 de Andrea Migno. Muchas confidencias y recuerdos pasados, que también me abrió las puertas de su box. Gracias a Josep Monge, emocionante y emotivo los minutos con Josep, lo estoy escribiendo y me emociono. Gracias amigo, y no dejes de hacer todo eso que me contaste y que no es de locos, es de tener sentimientos, y si fuera de locos, pues «somos unos locos». Y con Edu Blanch en el recuerdo siempre.
Gracias Carlos Lavado, «El Pana», siempre divertido y cordial, y que me pidió a cambio de la foto, una de mis cámaras y objetivo. La foto la hizo el más veterano, Pedro J. Vallespí, que a pesar de sus problemas físicos, no paró en todo el fin de semana. Y que me permito contar la anécdota vivida con Lavado, que me dijo que no hiciera tratos con Vallespí porque un día le vendió un «sidí» con fotos suyas y solo venían 5 y todas repetidas. Es broma de Lavado.
Gracias a Dani Ribalta. Uno de los «clásicos» y que además ha estado en Tenerife haciendo de las suyas, sobre una moto, claro está.
Gracias a Dani Devahive. Nos encontramos en la curva 3 del circuito el viernes por la mañana. Él iba con su moto y cuando me vio dijo: «Ya sé donde me voy a quedar». Juntos compartimos muchas charlas, y además me abrió las puertas de su box con Eric Granado. Allí no nos quedó otro remedio que hablar de bicicletas, porque Raúl Jara también es de esos locos de las bicis y que no pierden oportunidad para hablar de pasiones y experiencias. Y no podía faltar Xavi Vierge, otro gran piloto y fanático de las bicicletas.
En el box de Promoracing estaba la foto que quería hacer desde hace años: la foto de los Yiyo. Fue curioso, hace unos años cuando Yiyo (Promoracing) tuvo un pequeño problema y no estuvo en la parrilla pero las motos decían: » Yiyo, vuelve pronto y que te recuperes». Y algunos me miraban haciendo la foto y no entendían que estaba pasando. Los dos Yiyo juntos.
Gracias a Juanfran Guevara por su amabilidad y a Gabri Rodrigo. Dos grandes pilotos pero dos impresionantes personas. Y con el ellos a todo el equipo RBA que me vieron invadir su espacio. Junto a ellos Jose que no para de currar y Javi Del Amor. Vale, no me alargaré con el tema Javi, pero es un amigo, un hermano ( yo llamo a su padre «papa») y sobre todo un genio. Felicidades por el trabajo y por el esfuerzo.
Gracias Marc Márquez, porque el día que se proclamaba Campeón del Mundo de MotoGP por sexta vez, con toda la presión añadida y el acoso y agobio de todos los fans, entre los que me incluyo, no me puso reparo alguno para hacernos un selfie. Felicidades Campeón.
Gracias a Joan Mir, quizás sea el sustituto de Márquez, no lo sé, pero en calidad humana, educación y amabilidad es algo más que campeón del mundo. Increíble. Ya lo había entrevistado varias veces en el FIM CEV Repsol, donde todo es más sencillo, pero ahora el Campeón del Mundo de Moto3 sigue igual de humilde y atento.
Y gracias a dos personas que tienen algo en común, y no muy deseable para ninguna persona, como es la muerte de seres muy queridos: Paolo Simoncelli y Óscar Haro. Paolo me atendió como siempre, amable, tranquilo, y muy educado, pequeñas frases y mucha emoción, como ya lo hace en el FIM CEV Repsol, y yo restando un ratito a su tiempo. Y por último a Óscar Haro, le conocí hace más de 15 años en el Circuito de Albacete, por aquel entonces en el equipo de Seedorf y haciendo de «auxiliar de enfermero», y desde entonces siempre con la sonrisa, y la amistad.
Sé que se me quedan muchos nombres y detalles de este fin de semana pero tendrán su sitio en próximos blog: Jordi Arquer, Jose Luis Carrión, Adrián Bonastre, mis amigos gallegos, y muchos más.
Yo también estuve en Valencia viviendo lo mejor de las motos: los amigos y la buena gente.
Y de paso el título de Marc Márquez, la victoria de Dani Pedrosa, el podio de Marcos Ramírez, la remontada de Joan Mir, el conflicto Lorenzo/Dovizioso en Ducati, la incertidumbre de Yamaha, Rossi, Viñales, el ambiente impresionante en Valencia y ……
Y una semana más tarde el espectáculo del Mundial de MotoGP y en el mismo escenario me ocurre esto: Max Biaggi. Estaba haciendo unas fotos en la curva 9 del Circuit Comunitat Valenciana y veo a Max. No sabía como actuar.
Hace muchos años estuve más de una hora y media esperando por fuera de su motorhome en Jerez, para tener un autógrafo. Cuando decidió salir, me miró varias veces, me perdonó la vida, se lo pensó, y al final me firmó la foto. Sin mediar palabra, de su parte, arrancó el scooters y desapareció por el circuito.
Esta vez, con educación, y mucho respeto, y algo de miedo, me acerqué y junto a unos acompañantes suyos, accedió sin problema a hacernos la foto, buen gesto, sonrisa y mucha calma. Me dijo que está bien y contento y que su equipo dará alegrías (ya ha fichado a un piloto español). Y es que la vida le ha dado un fuerte golpe a Max Biaggi y entiendo que ahora ve las cosas de otra manera. Gracias Max por tu detalle.
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