Iván Cervantes, la leyenda del campeón más noble de la historia
Esta mañana, en un pequeño descanso de mis clases, leía un mensaje de Iván Cervantes anunciando su retirada.
Y las horas se me hicieron eternas para poder escribir algunos detalles que he vivido con el piloto más grande del offroad español.
No voy a relatar su biografía o palmarés, pero sí parte de su vivencias conmigo y sus detalles con los amigos.
Con la reciente polémica entre Marc Márquez y Valentino Rossi, recuerdo a Iván, con sus títulos mundiales, y me emociono. Porque Cervantes representa la nobleza, la elegancia, el espíritu competitivo, pero sobre todo deportividad y el compañerismo. Gracias Iván.
Conocí a Iván personalmente hace muchos años en Tenerife. Para ese entonces, trabajaba yo para SOLOMOTO y además llevaba la prensa del MotoClub Abona, un motoclub que abanderaba el Circuito Celestino Hernández de San Miguel de Abona, donde se celebraba el MX Internacional y además acogió carreras del Campeonato de España de Motocross.
Iván acudió a un cursillo de Enduro, invitado por el Motoclub y por la gestión de su presidente Jose Luis, un hombre del enduro y gran seguidor de Iván.
Y muy pronto viví uno de los tantos detalles nobles de Iván. Pablo de la Rosa, el padre de «Miguelito» de la Rosa y «Pablito» de la Rosa, pilotos de MX y Enduro, esperaba con ansiedad la presencia de Iván en la isla. Pablo de la Rosa es otro de los nobles del enduro canario, luchador y emblema de este deporte en Canarias, todos le llamamos «padre».
Pablo de la Rosa, tuvo la mala suerte de ser hospitalizado unos días antes de la llegaba de Iván y se iba a perder su tan esperado cursillo. Comentado con Iván, accedió de inmediato a hacerle una visita en el Hospital. Aún recuerdo la cara de Pablo al verlo entrar en su habitación, y la nobleza de Iván con este detalle que lo engrandece mucho más. Luego compartieron más momentos.
Manuel Pecino, por aquel entonces director de la revista SOLOMOTO, redactó una brillante editorial que nunca se me olvida.
Este fue el primer detalle de los vividos con él y que para mi lo acercan a la altura de las estrellas, como la que tiene en el paseo de la fama de Jerez de la Frontera.
En otra de sus visitas a la isla, le regaló unos guantes a un pequeño piloto, y el jovencito no sabía que hacer. Iván nos miró y dijo: «¡Qué fácil y que poco cuesta hacer feliz a un niño»!
A medida que escribo me vienen nuevas situaciones vividas con Iván así que iré aumentando el blog poco a poco porque de lo contrario tardaría mucho en publicarlo.
Unos años después, le hicimos una «encerrona» en un programa de radio que yo dirigía y presentaba. Fue en 2006, mes de diciembre. David Salom había ganado el Campeonato de España de Velocidad en Supersport con la Yamaha R6 del Promoracing de Dani Devahive. Dani nos invitó a probar esa moto en el Circuit de Catalunya.
Iván nunca había rodado con una moto de velocidad, así que tras una pequeña entrevista Dani entraba en directo y le ofrecía esta posibilidad. Cervantes no puso pega alguna, pero el tiempo que transcurrió desde la invitación hasta el día señalado fue de pura magia, entusiasmo, ilusión. Cada día me decía algo nuevo al respecto, encargó un mono de velocidad a KTM, las ganas que tenía de montar, la ilusión. Me decía: «Yiyito, que nervios, que ilusión».
Y llegó el día grande. La noche anterior había llovido en Montmeló y la pista estaba muy húmeda. Cuando llegamos al circuito las motos tenían calzadas ruedas de seco. Iván estaba nervioso, más que en una carrera de enduro del mundial. Pero la ilusión era enorme. Aún recuerdo las fotos que nos hicimos ese día allí.
Dani decidió montar los famosos «peludos» o neumáticos de agua. Entonces la cara de Cervantes cambió. Vio los tacos de las ruedas y ya no tuvo fin. En la curva 1, habíamos salido casi al final de recta, yo llevaba otra R6, ya me sacaba 20 metros de ventaja. Su cara era de ser el piloto más feliz de la tierra. Gracias a Dani Devahive, David Salom y todos los que hicieron posible ese momento.
Me quedan muchos más momentos para describir que hacen más grande la leyenda y nobleza de Iván Cervantes y mi amistad con él.
Contaré cuando fui a Noiretable a ver la consecución de su tercer título, su visita a una carrera del CEV donde conoció a Marc Márquez, y el día que Marc ganó la única carrera del CEV en Jerez. También un experiencia en los Yamaha weekend, yendo yo de «paquete» (que locura).. y otra más..